Himnos a la muerte. Obra original - Página 6

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¿A qué viniste, Cristina?

¿A padecer acaso el universo?

Los bosques, las ciudades ¿fueron nuestros?

Todos los dolores se remontan a tus días


Amaste, ¿naciste entonces, falleciste?

La vida pasa; el amor, en cambio, es para siempre

Allende tu inocencia renace en la alborada

Sobre los risas grises y las agrias noches


En cruceros de cartón surcamos el mar

Sobre un andén tan amplio como el mar Egeo

Aves amarillas graznaban bajo un cielo azul

De aire endulzado por frutos caídos


Mis brazos fueron estelas de arena,

Columnas a las que te aferrabas

Al escuchar rumores, al divisar

Ogros y gorgonas, espejismos sobre el agua