Las familias Montesco y Capuleto, quienes han sido rivales desde hace mucho tiempo, vivirán en carne propia que el amor no distingue estirpe, justo cuando sus hijos Romeo y Julieta se conozcan.
A comienzos del siglo XIX, Charles y Mary Lamb pensaron que la mejor manera de dar a conocer el teatro de Shakespeare entre los jóvenes, era convirtiendo en relato las famosas tragedias del escritor inglés.
Con ese fin, conservaron los argumentos y sustituyeron los diálogos por una prosa amena. La belleza y la elegancia de las obras originales no se apartan de estas maravillosas narraciones. Una excelente idea que asombra se desarrollara en pleno auge del Romanticismo europeo.