Crónica del Perú. El señorío de los Incas. Obra Original de Pedro Cieza de León - Página 607

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que todos andan vestidos con ropas de lana, y sus casas y pueblos son de piedras cubiertas con paja, como todas las demás. De Acos sale el camino para ir al aposento de Picoy por una loma, hasta que abajando por unas laderas que, puesto que por ser ásperas hace que parezca el camino dificultoso, va también deshechado y tan ancho, que casi parecerá ir hecho por tierra llana. Y así abaja el río que pasa por Xauxa el cual tiene su puente. Y el paso se llama Angoyaco. Y junto a este puente se ven una barrancas blancas, de donde sale un manantial de agua salobre. En este paso de Angoyaco estaban edificios de los Ingas y un cercado de piedra, adonde había un baño del agua que salía por aquella parte que de suyo por naturaleza manaba cálida y conveniente para el baño. De lo cual se preciaron todos los señores Ingas. Y aun los más indios de estas partes usaron y usan lavarse y bañarse cada día ellos y sus mujeres. Por la parte que corre el