Hoy que el mundo -la patria del poeta-
todo sangriento y enlutado gira,
debe exhalar sonidos de trompeta
y sollozos de océano la Lira!
Hoy del bardo la voz debe ser grito
de conmiseración y de protesta,
trueno que repercuta en lo infinito
como el del Tequendama en la floresta.
Hoy el poeta que ante el gran combate
como asustado ruiseñor abate
alas y arpegio en el blandor del nido,
que no descarga a modo de piqueta
su verso, y calla ante el mundial rugido
de indignación, ni es hombre... ni es poeta!
(Fragmento)