En 1906-1907, en Barranquilla, escribió sus primeros poemas que hicieron parte de Campiña Florida (1907), donde apareció su más conocido poema, Canción de la vida profunda.
Lírico como ninguno, dice de él Nicolás Bayona Posada que poseyó el arte maravilloso de unir a la música de las estrofas una embriagadora melodía de pensamientos originales y alucinantes.