El hijo del portero

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Hans Christian Andersen

Las convenciones sociales están hechas para romperse. No les hagas caso, no dejes que organicen tu vida, no dejes que te pongan límites o que dicten lo que puedes hacer.

Si estás de acuerdo con ellas y te sientes a gusto siguiéndolas, hazlo, no hay ningún problema, pero si sientes que son obstáculos que se interponen en tu camino ignóralas, realmente no valen la pena.

Las convenciones son sólo eso, convenciones, normas que se siguen por costumbre, reglas de conducta que cambian con cada generación. No olvides que los que se esfuerzan por seguir estrictamente las reglas de la sociedad, terminan esclavizados por ellas.